DIAGNÓSTICO
Cuando una persona tiene síntomas y/o signos que nos pueden hacer sospechar de padecer celiaquía, o bien pertenecen a un grupo de riesgo; las pruebas a realizar son: analítica que evidencie marcadores asociados a la enfermedad y como diagnóstico final una biopsia de la porción distal del duodeno que ponga de manifiesto lesiones evidentes de la enfermedad.
La utilización del magnificador endoscópico permite apreciar con mas detalle la atrofia (Fig.12-4). y las vellosidades (Fig.12-5) |
TRATAMIENTO
El único
tratamiento eficaz es una dieta exenta de gluten durante toda la vida. Siguiéndola se
consigue la mejoría de los síntomas a partir de las dos semanas, la
normalización de los marcadores sanguíneos entre 6 y 12 meses, y la recuperación
de las vellosidades intestinales en torno al año. Por tanto, hay que excluir de
la dieta el trigo, la cebada, el centeno y todos sus derivados incluidos los
almidones.
Para
conseguir una dieta sin gluten es necesario recurrir a un consumo preferente de
alimentos naturales: carnes, huevos, leches, pescado, legumbres, frutas, verduras
y cereales sin gluten como el maíz o el arroz.
En la actualidad existe una amplia gama de
productos especiales sin gluten: harinas de cereales para la elaboración
doméstica, panes precocinados, pastas, pizzas, dulces, galletas, bizcochos,
etc.
Se
considera básico, por lo anteriormente expuesto, contactar con las Asociaciones
de Celíacos encargadas
de elaborar, distribuir y actualizar la “Lista de alimentos sin gluten”.
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